Virginia vivía sola en una casa grande con jardín donde fue criada junto a su hermano, por sus ya fallecidos padres.

Amante de la raza decide adquirir una cachorra hembra de Boxer, misma elección que al dìa de hoy se viene manteniendo a lo largo de su historia familiar, a la hora de sumar un integrante canino a la casa.

(estaría buenísimo poder tener el registro de esas fotos y cuadros.. tal ves si le mostramos el relato-artículo terminado, les pogamos preguntar si le dan ganas de compartirnos esas fotos para agregarlas).

Y como ese momento estaba teñido no solo por los recuerdos, sino también por la tristeza, fue Louise, y fue Thelma también quienes llegaron a la vida de Virginia, para hacerse compañía.

Eso sí, Thelma llegaba de un criadero, Louise de otro. Pero a Virginia eso no le preocupó. Vinieran de donde vinieran, entre chicas se iban a llevar muy bien.

Las dos cachorras que habían nacido con minutos de diferencia tuvieron unos hermosos primeros días de convivencia. Y el tiempo de las tres juntas transcurrió con mucho espacio para la diversión y los aprendizajes.

Con el pasar de los días comenzó a hacerse más visibles las diferencias fenotípicas: Thelma se había convertido en una perra de tamaño bien más grande que Louise.

Pero no sólo se trataba del tamaño. A nivel comportamental la pequeña se comportaba dulcemente, en forma más dócil, aunque sufriera ante el desapego (ansiedad por separación). Thelma en cambio fue desarrollando otro porte, mostrándose segura de sí misma, dominante.

(Primer pico de madurez sexual – 6 meses de vida)

Fue aproximadamente para la fecha del primer cumpleaños de las hermanitas, cuando la paz que reinaba en la casa estaba por romperse.

En el hermoso jardín al fondo de la propiedad, donde Virginia, Thelma y Louise pasaban sus tardes felices, llegaba Juán, el hermano de Virginia, para construir su casa. Una obra que trajo ruido, polvo y muchos meses de estrés en sus vidas.

Fue allí, coincidente al Segundo pico madurativo de las perras, que comenzaron a aparecer los primeros momentos de dominancia, donde Thelma se mostraba agresiva ante la mirada de una reactiva Louise. Las discusiones se sucititaban inicialmente al regerso de la jornada laboral de Virgina, por la tarde. Pero con el correr del tiempo empezaron a acontecer en su ausencia, obligando a la intervención de Juan y los obreros para separarlas.

Thelma y Louise ya no conseguían estar muy próximas. No podían salir a pasear juntas porque se agredían. Virginia estaba muy insegura y sintió que ya era momento de pedir ayuda.

Probaron algunos métodos farmacológicos pero no vieron resultados.

Y es entonces cuando llega la adiestradora
Fue necesario un primer periodo de clases (10 con Sole) que ayudaron a regular un poco la ansiedad, pero no la agresividad. La confianza estaba quebrada. Fueron necesario realizar cambios drásticos para trata la situación de tiranía que se manifestaba primero en Thelma, luego Louise.

Las perras ya no durmieron en la cama.

Una perra se mantenía en el exterior, y la otra adentro, dividido por un palet en la puerta. Y rotando cada una un poco en cada posición en diferentes momentos del día.
Sobre todo, no les era permitido tener contacto sin la presencia de la adiestradora.

Para generar vinculo nuevamente entre las hermanitas Virginia precisó trabajar mucho su relación con ellas y consigo misma.

Sentía mucha lástima por dejar a una sola, y estar con la otra.

Además tuvo que hacer muchos esfuerzos por vencer sus temores de salir con Thelma y Louise, y asumir más un rol de guía en la familia, que buscar en sus compañeras un lugar de mimos y contención emocional.

La adiestradora le indicó a Virginia hacerse su propio tiempo y espacio en presencia de las perras. Sobre todo en la llegada inmediata al hogar. Tuvo que aprender a no estar disponible en todo momento para ellas, a contener sus ganas de calmar la necesidad de mimos que a veces le demandaban; ser histriónica, gerarquica, asumir un rol de autoridad, aprender a poner lìmites.

Fue preciso trabajar mucho el vinculo entre las tres con una amplìsimas bateria de ejercicios para calmar ansiedades, ordenar hàbitos, degrabar memorias para transformar los comportamientos cotidianos.

Al dia de la fecha Thelma y Louise comparten las clases de obediencia básica, paseos, tienen ratos para andar sueltas por la casa. Se mantienen mucho mas activas, y no pasan tanto tiempo en modo sedentario. Virginia se encuentra mucho más animada. Ya colgó los ganchos que la adiestadora le pidió, y el proceso las encuentra prontas a quitar el palet que bloquea la puerta de la pieza y la del patio, para volver a integrar la casa en un todo armónico.


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