Siempre que uno emprende en algo es factible que haya algún tipo de cambio, algo que no calculamos o que quizás no estuvo del todo previsto:
• Mudanzas
• Cambios en el trabajo (de distancia u horario)
• Nuevas rutinas en los estudios que nos quitan tiempo en otras áreas
• Proyectos personales que nos lleva a estar menos en casa
• La llegada de un integrante nuevo (humano o mascota), embarazos, uniones entre familias, y también todo tipo de cambios de ánimo.
Cada uno de estos ejemplos nos lleva a reflexionar que los cambios sin previo aviso, provocan en nuestras mascotas una situación de ansiedad o estrés.
Solemos resignar sus tiempos o nuestra dedicación hacia ellos, y nuestro perro que antes tenían toda o gran parte de nuestra atención, mimos y cuidados, ahora tiene poco o nada.
A no desanimarse! Podemos adaptar todo cambio de manera que la armonía vuelva al hogar